Presentation
Early detection and stability of diagnosis in autism spectrum disorders
Detección precoz y estabilidad en el diagnóstico en los trastornos del espectro autista
R.
Canal-Bedia
1,*
,
M.
Magán-Maganto
1
,
A.
Bejarano-Martín
1
,
A. De Pablos-De la
Morena
1
,
G.
Bueno-Carrera
1
,
S. Manso-De
Dios
1
,
M.V.
Martín-Cilleros
1
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Affiliation
1
Instituto Universitario de Integración en la Comunidad, INICO. Universidad de Salamanca. Salamanca
, España
Correspondencia:Ricardo Canal Bedia. Instituto Universitario de Integración en la Comunidad (INICO). Universidad de Salamanca. Avda. de la Merced,109-131. E-37005 Salamanca.
Rev Neurol 2016
, 62(Suplemento 1),
15–20;
https://doi.org/10.33588/rn.62S01.2016014
Abstract
INTRODUCTION Early intervention for children with an autism spectrum disorder (ASD) depends on early and reliable detection. In general, diagnosis is stable, but evidence shows the need to go deeper into the factors that influence this stability.
PATIENTS AND METHODS A sample of 142 children with ASD (118 boys and 24 girls) with a median of 33 months of age and an interquartile range of 12 in the first evaluation. In the follow-up the median was 47 months and an interquartile range of 29. The following tests were applied to evaluate the children: Merrill-Palmer Scale-R, Leitter-R, WIPPSI-III, WISC-R and WISC-IV; as well as Vineland Scale and ADOS-G, based on clinical diagnosis to DSM-IV-R and DSM-5. For the evaluation of the diagnostic stability, contingency tables were performed for diagnostic assessments based on clinical judgment and the results of the ADOS-G. Repeated measures ANOVA was used to analyze the differences between measures of cognitive functioning, adaptive behavior and diagnosis.
RESULTS The clinical diagnosis based on DSM-IV-TR, DSM-5 and clinical judgment remains stable over time in 96% of cases. If the diagnostic stability is measured based on the results of ADOS-G (n = 30), 87% of cases diagnosed maintained the diagnosis. The ANOVA showed statistically significant differences for measures of within-subject factors and global social age, but not for diagnosis. CONCLUSION. The diagnostic stability can be improved by utilizing clinical judgment and the participation of a multidisciplinary team.
PATIENTS AND METHODS A sample of 142 children with ASD (118 boys and 24 girls) with a median of 33 months of age and an interquartile range of 12 in the first evaluation. In the follow-up the median was 47 months and an interquartile range of 29. The following tests were applied to evaluate the children: Merrill-Palmer Scale-R, Leitter-R, WIPPSI-III, WISC-R and WISC-IV; as well as Vineland Scale and ADOS-G, based on clinical diagnosis to DSM-IV-R and DSM-5. For the evaluation of the diagnostic stability, contingency tables were performed for diagnostic assessments based on clinical judgment and the results of the ADOS-G. Repeated measures ANOVA was used to analyze the differences between measures of cognitive functioning, adaptive behavior and diagnosis.
RESULTS The clinical diagnosis based on DSM-IV-TR, DSM-5 and clinical judgment remains stable over time in 96% of cases. If the diagnostic stability is measured based on the results of ADOS-G (n = 30), 87% of cases diagnosed maintained the diagnosis. The ANOVA showed statistically significant differences for measures of within-subject factors and global social age, but not for diagnosis. CONCLUSION. The diagnostic stability can be improved by utilizing clinical judgment and the participation of a multidisciplinary team.
Resumen
Introducción La intervención temprana en los niños con un trastorno del espectro autista (TEA) depende de una detección precoz y fiable. Aunque de manera general se habla de un diagnóstico estable, se ha evidenciado la necesidad de profundizar más en los factores que influyen en dicha estabilidad.
Pacientes y métodos Los participantes de la muestra fueron 142 menores con TEA (118 varones y 24 mujeres), con una mediana de 33 meses y un recorrido intercuartílico de 12 en la primera evaluación, y con una mediana de 47 meses y un recorrido intercuartílico de 29 en el seguimiento. Los diagnósticos se realizaron con las siguientes pruebas: escala Merrill-Palmer revisada, escala de Leiter revisada, escala de inteligencia de Wechsler para preescolar y primaria III y escala de inteligencia de Wechsler para niños revisada y IV; además de la escala Vineland y la escala de observación diagnóstica del autismo genérica (ADOS-G), basándose el diagnóstico clínico en los criterios diagnósticos del Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, cuarta edición, texto revisado (DSM-IV-TR), y quinta edición (DSM-5). Para la evaluación de la estabilidad diagnóstica, se realizaron tablas de contingencia para las valoraciones del diagnóstico en función del juicio clínico y los resultados de la ADOS-G.
Resultados El diagnóstico clínico basado en los criterios del DSM-IV-TR, el DSM-5 y el juicio clínico se mantiene estable a través del tiempo en un 96% de los casos. Si se valora la estabilidad diagnóstica teniendo en cuenta los resultados del ADOS-G (n = 30), el 87% de los casos mantiene el diagnóstico. El ANOVA muestra diferencias estadísticamente significativas para las medidas del factor intrasujeto del cociente intelectual y la edad social global, pero no para el diagnóstico.
Conclusiones La estabilidad diagnóstica se beneficia de un uso informado del criterio clínico y de la participación de un equipo multidisciplinar.
Pacientes y métodos Los participantes de la muestra fueron 142 menores con TEA (118 varones y 24 mujeres), con una mediana de 33 meses y un recorrido intercuartílico de 12 en la primera evaluación, y con una mediana de 47 meses y un recorrido intercuartílico de 29 en el seguimiento. Los diagnósticos se realizaron con las siguientes pruebas: escala Merrill-Palmer revisada, escala de Leiter revisada, escala de inteligencia de Wechsler para preescolar y primaria III y escala de inteligencia de Wechsler para niños revisada y IV; además de la escala Vineland y la escala de observación diagnóstica del autismo genérica (ADOS-G), basándose el diagnóstico clínico en los criterios diagnósticos del Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, cuarta edición, texto revisado (DSM-IV-TR), y quinta edición (DSM-5). Para la evaluación de la estabilidad diagnóstica, se realizaron tablas de contingencia para las valoraciones del diagnóstico en función del juicio clínico y los resultados de la ADOS-G.
Resultados El diagnóstico clínico basado en los criterios del DSM-IV-TR, el DSM-5 y el juicio clínico se mantiene estable a través del tiempo en un 96% de los casos. Si se valora la estabilidad diagnóstica teniendo en cuenta los resultados del ADOS-G (n = 30), el 87% de los casos mantiene el diagnóstico. El ANOVA muestra diferencias estadísticamente significativas para las medidas del factor intrasujeto del cociente intelectual y la edad social global, pero no para el diagnóstico.
Conclusiones La estabilidad diagnóstica se beneficia de un uso informado del criterio clínico y de la participación de un equipo multidisciplinar.
Keywords
Autism
Early detection
Early intervention
Stability of diagnosis
Palabras Claves
Atención temprana
Autismo
Detección
Estabilidad diagnóstica